La noche del sábado en la estación de metro de Liceu ningún vigilante de seguridad patrullaba por la estación. Además, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) explicaron este martes que la mayoría de los vigilantes que se despliegan por la red de metro suelen moverse de estación en estación según los requerimientos del momento y las misiones asignadas.
En el momento en que la pareja de jóvenes mantenía relaciones sexuales en el andén no había ningún vigilante en Liceu. Aseguran además que nadie avisó al empleado de TMB que se encontraba entonces en el puesto de mando de la estación.
De hecho, este empleado no se enteró de lo ocurrido hasta el día siguiente, cuando la grabación ya corría a toda velocidad por las redes sociales. Además, desde TMB han subrayado que ninguno de los usuarios del metro que se encontraron con la tórrida escena pulsó ninguno de los botones de emergencia ubicados en los andenes.
Estos mecanismos sirven para que los pasajeros puedan comunicarse directamente con el empleado encargado de la estación. Si en ese momento ninguno se halla en el puesto de mando, la llamada es derivada de manera automática a un centro de control general.
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